Informa. Juan González
La precisión, la exigencia personal con el reto siempre de ganar para ser el mejor y el cumplir con los aficionados a los que se entrega siempre que tiene la oportunidad, son las claves con las que Luis Monzón afronta una competición. Da igual la inactividad, la montura que tenga en sus manos o la dificultad que pueda encontrar en una prueba automovilística, el bicampeón de España de rallies siempre busca una motivación para ilusionarse con subir a lo mal alto del podio y saborear la inyección de fuerza que significa saberse vencedor de un evento.
En esta ocasión el reto está en la Subida a Fataga en un nuevo encuentro con un adversario de mucha entidad y ganador de múltiples campeonato de Montaña de Canarias como es Enrique Cruz. Monzón podría rubricar una temporada radiante a los mandos de una montura que fue adquirida por Auto-Laca y que venía de la modalidad de circuitos.
Han bastado unos meses para evolucionarla y mostrar todo su potencial. Continuando con este objetivo, el capítulo de suspensiones es uno de los elementos de mayor exigencia técnica para sacar el mayor rendimiento posible en el que la estabilidad al final se traduce en mejorar la lucha contra el crono. Este apartado, junto a los neumáticos, fue en el que Monzón y Auto-Laca centraron los trabajos.
El balance de Monzón ha sido altamente positivo “estoy contento con los tests realizados y los tarados de suspensiones elegidos. El Audi es un coche muy exigente, en ancho, por lo que siempre hay que analizar los trazados y adecuarlos a ellos. El coche es muy competitivo, hemos mejorado cosas y habrá que seguir en esta línea. Enrique Cruz me ha exigido mucho este año, he tenido que correr como nunca, pero ha sido divertido tener un rival como él, así como a Armide y Lemes”, dijo el piloto grancanario que también aspira en San Bartolomé a ganar el Campeonato de Montaña de Las Palmas.
Fotografía: | Josué Santana |
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