Informa. Juan González
Tras más de un año en renovación mecánica en la instalaciones de Baporo, el Seat Córdoba WRC regresaba a la isla de Lanzarote para poner en manos de su propietario Oliver Rodríguez. El piloto lanzaroteño retomaba la actividad deportiva esta temporada tras un largo periodo de inactividad. Su debut fue malogrado, dado que se rompió el motor cuando tan sólo había recorrido 3 kilómetros, en una de las pruebas de la isla de los volcanes.
Estrenando un nuevo motor en el Seat WRC, el circuito de Maspalomas acogió los tests de preparación en los que se comprobaron las prestaciones mecánicas, los frenos, caja de cambios y demás. Oliver volvió a encontrar el feeling con su montura, por lo que es uno de los favoritos para alzarse con la victoria en la cita de este próximo fin de semana.
Con la decoración de Autos Dibar, Oliver regresará al mismo trazado en el que realizó su última participación en Gran Canaria hace ya casi una década y que compaginó con alguna presencia en las carreras de velocidad en circuito.
La coordinación del equipo técnico estuvo comandada por el ingeniero de Baporo Abel, quien estuvo asistido por Octavio Quesada, buen conocedor de la parte mecánica del Seat Córdoba WRC.Tras realizar varias vueltas al trazado sureño, Oliver tomó rumbo nuevamente a Lanzarote dejando su vehículo en Gran Canaria listo para su participación en Moya.
El programa previsto para lo que resta de temporada se centra en el Rally de Tías e Isla de Lanzarote y otra prueba pendiente de definir.
Fotografía: | Josué Santana |
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